Tenía el don extraordinario de la cordialidad, la estampa de una sonrisa suave y franca, y la realidad del cariño constante hacía su pueblo. Abordable y modesto, José Antuña Argüelles, fue para los candasinos solo y nada menos que Pipi.
Aquellos años de mar y de canciones cuando él, dirigiendo la Banda de Candás en los días de fiesta, salía, ¡tantas veces!, bajo un sol radiante, o bajo la lluvia, haciendo el paseillo por las calles, mientras recibía los aplausos cariñosos de la gente.
Desde la Academia de Música, al atardecer, las notas de los ensayos levantaban el vuelo sobre los tejados de Candás, y todos podíamos escuchar, fuera del tiempo propio, los acordes de la Salve, la Leyenda del Beso, el Gato Montés, y aquel pasacalles tan nuestro: "Que soy de Candás... de Candás... de Candás. Todo un anticipo de piezas que después oiríamos tocar a la Banda por la calles engalanadas, en la Baragaña y en el Paseín.
DIRECTOR DE BANDA
.......RETRATO: Alfredo Menéndez
"...cuando desde su kiosko de madera verde toca la banda, la sonrisa benévola de Pipi, su director, agradece el aviso de Juari:"Maestro Antuña ¡mucho cuidado con el si bemol!..."
FUENTE: "Monografía de Personajes de Candás" de Alfredo Menéndez.,"EL humo de los barcos".José Marcelino García.
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